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viernes, 14 de agosto de 2009

Museo Ara Pacis

La ciudad romana, completa y modélica, dirige hacia ella las raíces de las ciudades contemporáneas. Roma creó un equilibrio integral urbano: el que muestra una colección exquisita de edificios, sitios públicos y monumentos que sostienen un diálogo mucho más que milenario. Según Juan Vicente Boo, el Coliseo, los Museos del Vaticano y el Museo Ara Pacis son los tres sitios más visitados en Roma. El Ara Pacis es una obra de 11 x 10 x 4,6 metros erguida en mármol de Carrara y cuyas fachadas contienen exquisitos relieves. El altar se proyectó sin cubierta. Se accede a él por una escalinata y posee dos puertas: una frontal para el sacerdote, y otra posterior para los animales que se sacrificaban. Dos mil años después, el Ara Pacis debió ser protegida y contenida dentro de un edificio-museo. En 1938, el arquitecto Vittorio Morpurgo realizó una obra similar. En esta ocasión se realizó un edificio provisional para que el dictador Benito Mussolini pudiera inaugurar la obra. Esta cobertura arquitectónica se deterioró con el tiempo, y, en 1995, el Ayuntamiento de Roma decidió proyectar una obra idónea para conservar el altar. Surge entonces el Museo Ara Pacis, encargado “a dedo” por Francesco Rutelli al arquitecto estadounidense Richard Meier, ganador del Premio Pritzker en 1984.

Como era predecible, Meier concibió una obra luminosa y principalmente blanca, aunque en esta ocasión combinó el blanco con el mármol, como hizo en el Getty Center (Los Ángeles, Estados Unidos, 1997). La obra romana –objetada por los conservadores– se inauguró el 21 de abril del 2006 y quedó bajo la dependencia de la Dirección de Bienes Culturales y de la Oficina de la Ciudad Histórica de Roma.

Meier había aplicado ya la fórmula de contrastar un edificio contemporáneo con la historia cuando proyectó el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), ubicado en el barrio del Raval e inaugurado en 1995. Ambas obras contrastan con las zonas históricas donde se implantan, y una amplísima cantidad de personas los visita. En Roma, Meier contaba ya con una obra simbólicamente importante: la iglesia del Jubileo (2003). Esta pieza se ubica en Tor Tre Teste, en las afueras de Roma, y posee paredes blancas, curvas e iluminadas con una exquisita luz cenital.

Meier dentro de Roma. En el Museo Ara Pacis, el arquitecto estadounidense proyecta un espacio público conformado por una escalinata que recuerda el ascenso de los sacerdotes en el Ara y crea una fuente que remite al antiguo puerto de Ripetta. En el ingreso al museo se colocó una columna distanciada del altar en la misma medida que separaba el altar del obelisco de la meridiana principal en la era de Augusto.

El proyecto de Meier organiza sus 4.200 m2 en tres áreas funcionales: museo, salas de multimedios y oficinas. El diseño considera las irregularidades del suelo y abre su cubierta a la luz natural con sofisticados cristales temperados que se limpian solos. Estos vidrios poseen dos capas de 12 mm de espesor y contienen gas argón entre ellas. La luz es fundamental en la obra, y el blanco característico de Meier potencia las calidades del contraste urbano y la luminosidad interna.




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5 comentarios:

  1. Comento para agradecerte que compartas esto y porque nadie lo hace y me preocupa que dejes de comapartir jaja, saludos.

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  2. Gracias por toda la información que publicaste!


    Saludos!

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  3. Seguiré compartiendo... aunque es bueno el agradecimiento.
    :-)

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  4. un buen resumen del asunto, estoy realizando un trabajo sobre el tema y es dificil no tomar partido.
    si me permite le preguntare ¿como puedo acceder a los diseños previos de Meier sobre este proyecto?
    nachocovach@msn.com

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  5. supongo que es dificil encontrar todo el proceso de diseño, fijate en la página oficial de Meier o en la del museo. Gracias por comentar!!

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